5 razones por las que los Warriors ganaron el título de la NBA
Ganan su cuarto anillo desde el 2015
Por cuarta ocasión desde el 2015, los Warriors de Golden State son campeones de la NBA. Partían como favoritos en la serie ante los Celtics de Boston, pero este título es el más inesperado desde el que comenzó la dinastía, ya que calificaron como terceros en el Oeste y no estaban entre los máximos favoritos al título. Cinco factores fueron clave para llevarse el anillo.
(1) Las pérdidas de balón
Durante toda la postemporada, si Boston no cuidaba el balón, perdía. 0-7 fue su marca cuando perdían 16 veces o más el balón, 14-3 cuando cometían 15 o menos. Ante los Warriors, la tendencia se siguió al pie de la letra.
Hay que darle mérito a la defensiva de Golden State, en particular a Andrew Wiggins por su trabajo sobre Jayson Tatum y sus 100 entregas en toda la postemporada, pero una buena parte de las pérdidas de los Celtics fueron pases displicentes, ataques al aro sin tener un plan claro de qué hacer que les llevaba a caer en un mar de brazos, sin mencionar los saltos buscando improvisar en el aire…
Golden State no tuvo la mejor serie a la ofensiva. Su máxima de puntos fue 108 en el Juego 1 que perdieron. Les costó en la media cancha, pero cuidaron el balón (79 pérdidas contra las 97 de Boston) y la defensiva alimentó a la ofensiva, con 130 puntos tras pérdidas del rival. Suficiente para llevarse el anillo.
Por cuarta ocasión desde el 2015, los Warriors de Golden State son campeones de la NBA. Partían como favoritos en la serie ante los Celtics de Boston, pero este título es el más inesperado desde el que comenzó la dinastía, ya que calificaron como terceros en el Oeste y no estaban entre los máximos favoritos al título. Cinco factores fueron clave para llevarse el anillo.
(2) Stephen Curry en sus mejores Finales
Stephen Curry sabía que estas Finales eran clave para su legado. Los tres anillos previos tenían ‘asteriscos’, porque los Cavs no contaron con Kyrie Irving y Kevin Love en la primera, y los últimos dos fueron con Kevin Durant a bordo.
Con KD en Brooklyn y un rival entero, con una defensiva histórica, era la oportunidad de Curry, quizá la última, y no lo desaprovechó. Pese a jugar solo seis partidos, impuso marca personal de más puntos en unas Finales, con 187, y eso que no jugó el último cuarto del Juego 2 y el quinto tuvo una mala noche.
Sus promedios terminan en 31.2 puntos, 6.0 rebotes, 5.0 asistencias, 2.0 robos y 31 triples. Los Celtics no encontraron la manera de contenerle y Steph tiene el MVP de las Finales que le faltaba.
(3) La desaparición de la banca de los Celtics
Parece que fue hace una eternidad, pero Boston ganó el Juego 1 en la bahía con un gran partido de sus actores de reparto. Payton Pritchard sumó 8, Derrick White 21, Al Horford tuvo 26 y hasta Daniel Theis sumó 3. Pasaron los partidos y la banca sobre todo dejó de aportar a la ofensiva.
En los últimos dos partidos, White, Pritchard y Grant Williams se combinaron para 9 puntos totales, en 2 de 17 de campoy 5 pérdidas. El Juego 6 fue lapidario: terminaron con -20 -18 y -20 en cancha.
Golden State no tuvo una explosión de puntos del banquillo, pero Jordan Poole, Gary Payton II, Kevon Looney y hasta Nemanja Bjelica llegaron a aportar algo en los minutos que Curry, Thompson o Green descansaban.
(4) La incapacidad de Boston de dominar en la pintura
Desde el 2015 que comenzó la dinastía de los Warriors, se han caracterizado por usar un cuadro pequeño, con Draymond Green como pívot. Boston parecía tener la ventaja al contar con un equipo más joven, más grande y más rápido. Se debería de notar eso en la pintura, pero fue todo lo contrario.
Ya mencionamos en el primer punto los problemas que tenía Boston al intentar pasar al atacar el aro, pero se le sumó también problemas en los rebotes y en anotar simplemente en la zona restringida. Golden State terminó con más rebotes ofensivos (59 vs 58). El ganador de los primeros cinco partidos fue quien anotó más puntos en la pintura y el sexto iba encaminado en la primera mitad, pero los Celtics anotaron más en la pintura en los últimos minutos para ganar apenas 216-212.
El mejor partido de Boston fue el Juego 3, coincidiendo con el que más anotaron en la pintura, 52, 32 solo en la primera mitad. Su siguiente máxima fueron los 38 en el Juego 6.
De nueva cuenta Jayson Tatum se lleva parte de las críticas. Anotó 45.5% de triple en las Finales, pero se alguna manera solo 36.7% de doble. De nuevo, crédito para Wiggins y la defensiva, pero también Boston tardaba en ejecutar y olvidaba que tenían la ventaja en altura, peso y tamaño sobre el resto de defensivos.
(5) El ajuste de la quinteta titular Steve Kerr
Se repitió la historia del 2015. Los Warriors iban abajo 1-2 y un ajuste en la quinteta titular fue clave.
Otto Porter Jr. comenzó el Juego 4 como titular, mandando a Kevon Looney al banquillo, emulando el cambio de Andre Iguodala por Andrew Bogut en la primera final ante los Cavs.
Porter Jr. jugó hasta menos de lo que venía haciéndolo (no pasó de 15 minutos en los últimos tres juegos), pero eso permitió que Looney estuviera en cancha cuando Draymond Green descansaba o cuando Boston pasaba a jugar con solo un pívot, con Horford o Robert Williams descansando. Los Celtics no pasaron de 97 puntos en los últimos tres partidos tras tomar ventaja de 2-1.